Muñecas de trapo mexicanas
La muñeca de trapo es un juguete y a la vez un artículo decorativo, un juguete ingenioso y barato que en el presente ha adquirido calidad de “souvenir” y adorno.
Este juguete es muy antiguo, además de popular en todo el mundo. No se conoce con precisión la época en la que se inició su elaboración, pero se han encontrado restos en tumbas egipcias milenarias.
Los hallazgos no han aportado mucha información debido al deterioro de las piezas, porque el lino y el papiro con el que se fabricaban son sumamente degradables.
Muñecas de trapo en México
En México, al parecer las muñecas de trapo con fines exclusivamente lúdicos de empezaron a fabricar durante la etapa colonial.
Los españoles importaron la especialidad junto con otro tipo de juguetes, y los locales empezaron a imitarlos con sus propios materiales y procedimientos,
Al principio se elaboraban sin fines de lucro en casa, sólo para satisfacer la demanda hacia el interior del núcleo familiar, porque con toda probabilidad las niñas -y los niños también- veían con ambición insatisfecha las muñecas de las niñas españolas y se les caía la baba.
Es de suponer que a las niñas les gustaban las muñecas y querían la suya, y de ahí los padres se las ingeniaban para hacerles una a las pequeñas.
Con el paso de los años se empezaron a hacer para obtener ganancias, y como eran baratas y gustaron, pronto la costumbre se extendió por varias regiones del país hasta convertirse en disciplina artesanal.
Origen de la muñeca de trapo mexicana
Se dice que el origen de la muñeca de trapo mexicana se presentó en la región del grupo étnico mazahua, en los estados de México y el de Michoacán, y que de ahí se fue difundiendo a toda la república.
«Muñecas María»
Por su origen, son conocidas con el nombre de “muñecas María”, en alusión al término con el que se conoce a las mujeres mazahua que emigran hacia la ciudad de México a vender o a pedir limosna.
En lo personal no me agrada que les llamen “Marías”, ni a ellas ni a las muñecas, porque lo considero racista y despectivo.
La expansión de la fabricación de las muñecas de trapo dio lugar a nuevos modelos de acuerdo a la región.
Muñecas de trapo en Sonora
En el estado de Sonora al norte del país, surgieron las “muñecas guarijío”, las “kikapú”, las “mayo”, las “cucapá”, las “pima”, las “yaqui” y las “seri”, cada una de ellas con los atuendos particulares que representan la etnia a la que pertenecen.
Lupitas
En el estado de Guanajuato se elabora la muñeca de cartón conocida como “Lupita”, y por extensión, a las de trapo de aquella localidad se les llama también “Lupitas”.
La tradición de esta muñeca está en disputa entre la ciudad de México y Celaya, pero lo que es indiscutible es que su manufactura se remonta al siglo XVIII.
Otras muñecas artesanales mexicanas son:
Muñecas de Tusa. Muñeca del sur de México y algunos lugares de Centroamérica. Tradicionalmente se elabora de hoja de maíz.
Muñecas Pame. El cuerpo de esta muñeca es de palma, y los cabellos de pelos de elote. Son tradicionales de los estados de Querétaro y San Luis Potosí.
Muñecas Tarahumaras. Son fabricadas de madera tallada y vestidas de tela de colores vivos. Es propia de la cultura rarámuri del estado de Chihuahua.
Las Catrinas. Son esqueletos femeninos muy bien dispuestos y por lo regular vestidos con prendas elegantes; son graciosas, burlonas, coquetas y muy provocativas. Su autor nació en Aguascalientes, aunque su obra se popularizó en la ciudad de México.
Muñequitas chiapanecas. Son pequeñas muñecas fabricadas de tela y rellenas de algodón. Se usan como amuleto, y tienen mucha aceptación entre el turismo.
Muñecas de trapo en la actualidad
En el presente la muñeca de trapo es considerada una tradición nacional, no precisamente con un origen mexicano, pero con los méritos suficientes para apreciarla como una artesanía de México por su prevalencia y asimilación.
Su manufactura se ha simplificado, y hoy se elabora con tela gruesa y relleno de “guata”, producto textil que presta volumen y firmeza. Asimismo el atuendo se ha modernizado con vestidos más actuales, peinados a la moda y dejando atrás las clásicas trencitas del pasado.
Las muñecas de trapo quizá como juguetes ya no sean tan atractivas para la niñez, pero constituyen una artesanía igual de entrañable que todas las demás.