Todo sobre Las Catrinas

Origen de las Catrinas Mexicanas

El origen de este tan pintoresco personaje nos remonta a 1910 cuando el caricaturista José Guadalupe Posada creó la Catrina la cual en su origen era conocida como La Calavera Garbancera.A su vez, Diego Rivera fue quien vistió a esta popular figura mexicana lo cual le dio un empuje importante que sigue muy vigente en las tradiciones, usos y costumbres mexicanas, sobre todo en los disfraces en Día de muertos. Sin duda una de las figuras más emblemáticas de la muerte en México es “La Catrina”, imagen caricaturesca, simpática, graciosa y a la vez temible.

Juego de Separadores de Catrinas 2 Juegos

Libreta Rayada de Catrina Mexicana 80 hojas

Blusa Manga 3/4 Catrina de Día de Muertos

Disfraz de Mujer de Catrina Mexicana

Par de Tazas de Catrín y Catrina de Peltre

Disfraz de Mujer Señorita / Catrina Mexicana

Tatuajes Temporales de Calavera Catrina

Collar Para Perro de Catrina Mexicana

Botella de Aluminio de Catrina Frida Kahlo

Escultura de Cerámica de Catrina Mexicana

Muñeca Tela de Frida Catrina Mexicana

Disfraz de Mujer Para el Día de Muertos

Barbie Muñeca de Día de Muertos Coleccionable

Escultura Metálica de Catrina Glamurosa

Porta Botellas de Vino Catrina Mexicana

Identificador de Maletas Modelo Catrina

Catrina Artesanal Mexicana de Barro 100% a Mano

Diadema de Flores Para Catrina Mexicana

Disfraz de Catrina Rosa Para Niños Día de Muertos

Disfraz de Hombre de Caballero Catrín

Disfraz de Catrina / Calavera Señorita Mexicana

Disfraz de Calavera de Azúcar de Día de Muertos

Disfraz de Novia Catrina Para Día de Muertos

Señora de Los Muertos Dreamgirl Para Día de Muertos


La Catrina es todo un personaje, una estrella, una celebridad muy popular que goza del aprecio de la gente a pesar de lo que representa: la muerte, el paso al más allá, el viaje sin retorno.

Es que es carismática, no precisamente guapa pero sí difícil de olvidar, y en ese aspecto es atractiva vestida de gala con su atuendo de “catrín” o en su casta desnudez de huesos limpios.

La calavera garbancera

Su ya larga trayectoria se inició bajo un nombre algo vulgar no muy adecuado para concretar su aspiración de destacar: La calavera garbancera”. 

Fue creada por el grabador originario de Aguascalientes José Guadalupe Posada Aguilar a principios del siglo XX, y posteriormente rebautizada con el más elegante apelativo actual de La Catrina por el pintor y muralista Diego Rivera.

Significado de garbancera

Se le llamaba garbancero o garbancera en un sentido más bien peyorativo a la persona que se dedicaba a la venta de garbanza o garbanzo, y que aún teniendo aspecto y sangre indígena se daba aires de europeo por haber logrado algo de fortuna material.

La relación prosaica del término no podía permitirla La Catrina; para alguien que aspiraba a destacar un nombre de ese tipo simplemente no correspondía, por lo que probablemente en sueños, haciendo uso de sus más certeros atributos persuasivos sugirió al pintor que tuviera a bien cambiarle el nombre por otro más idóneo. Lo inspiró, lo iluminó, y la historia dice que accedió. 

Catrín

La definición de “catrín” es simple y muy directa: “Bien vestido, engalanado”. Y claro, su femenino “catrina” significa bien vestida, engalanada. 

En la práctica, el término se aplica en México y varios países centroamericanos para referirse a un individuo -o individua- bien vestido y elegante de aspecto algo pedante, que en esos tiempos se asociaba a la aristocracia mexicana.

Según parece el nuevo nombre satisfizo al fin a La Catrina, al considerarlo más acorde con sus méritos y encantos, y todos felices y contentos. 

Los antecedentes de la diva

A mediados del siglo XIX surgió un sector intelectual crítico y valiente que decidió enfrentarse al régimen político, inefectivo y por esencia injusto, a través de tímidas manifestaciones de condena y desaprobación en realidad con poca difusión; eran denuncias y crítica social muy razonable, y hasta cierto punto respetuosa. 

En ciertos periódicos de circulación muy limitada, llamados “de combate”, aparecían escritos satíricos dirigidos a los personajes poderosos de la época y a las clases privilegiadas dominantes, en los que se acostumbraba insertar dibujos de cráneos y esqueletos en situaciones ridículas y vestidas con ropas elegantes.

Desigualdad social

Esas calaveras presentaban en un estilo especialmente satírico y con intención burlesca una versión de la desigualdad social predominante, resaltando las absurdas pretensiones de una clase favorecida por casualidad y no por méritos, mostrando el interior vacío de calavera en contraste con el exterior lleno de lujos.

Así era el México de entonces, áspero, despótico, insensible y cruel. Las clases proletarias de la población transitaban por el mundo sobrellevando su destino de manera estoica, ya que no existía un canal para manifestar su descontento y su preocupación más inmediata se enfocaba en sobrevivir, situación que derivaba en conformismo.

Quienes por su talento y mejor educación tuvieron la oportunidad de abrirse paso crearon ese espacio que faltaba y marcaron una pauta; sentaron precedente que pronto obtuvo resultados. Sectores de la juventud, idealistas en su mayoría, se sumaron a la causa formando un contingente respetable, decidido, aunque no suficientemente numeroso.     

Periodo porfirista

Durante el largo periodo porfirista las protestas se acentuaron aparentemente sin que nadie las tomara en cuenta además del pueblo bajo, el desvalido, el débil, el que no contaba, el invisible, hasta que llegó el momento que cambió la historia.

México cambió, en parte al menos, hubo una sacudida que modificó la manera de vivir, de pensar, de sentir y de morir. Se estableció entre el grueso de la población una nueva conciencia de clase.

Pero vamos a volver a La Catrina, protagonista central de este relato.

La catrina actual

La apariencia actual -y ya tradicional- de La Catrina es la que figura en el mural de Diego Rivera titulado “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, en la que se le ve acompañada de su creador Posada, un niño que se supone es el propio Rivera de pequeño y Frida Kahlo.

Productos de la catrina

Ha sido todo un éxito la catrinita, en el presente se comercializan sus dibujos, pinturas, estampas, figuras de diferentes materiales y tamaños, ropa con su imagen, disfraces, dulces, artesanías bien elaboradas y algunas cosas más.

Se esculpen figuras de ella, se le personaliza, se le pinta, y ya hasta desfiló en las celebraciones del Bicentenario de la Independencia de México. Es toda una patriota. 

La catrina en el arte escénico

Asimismo su fama ha llegado al arte escénico. Se han filmado algunos cortometrajes en los que participa mediante la interpretación de actrices profesionales que cuentan con su inspiración y apoyo.

También películas y obras de teatro, videos, parodias, y con la ventaja adicional de que es dudoso que de repente se aparezca para reclamar derechos. 

Definitivamente me agrada La Catrina, me gusta, me obliga a recordar y me fuerza a ver hacia el futuro.