El sarape es una prenda simple mundialmente identificada como indumentaria masculina mexicana, el equivalente del rebozo femenino. En ese sentido el sarape es un símbolo del mexicano, aunque las mujeres habitualmente lo visten sin problema.
¿Qué es un sarape?
En su descripción más elemental el sarape es una prenda rectangular de lana o algodón, algunos de manufactura muy sencilla y otros que se confeccionan con dos lienzos unidos por una costura central que resulta en dos cobijas adheridas sin costuras laterales, y por lo regular con un agujero en medio para la cabeza.
Medidas del sarape
Las medidas más comunes de un sarape tradicional son de 2.40 m. de largo por 1.20 m. de ancho, aunque por supuesto se elaboran de tamaños diferentes.
Usos del sarape
La prenda es ante todo práctica y de usos múltiples, sirve de abrigo contra el frío, sirve de capote, de gabán, de protección contra la lluvia, puede ser almohada, cobija, o también puede usarse nada más para lucirlo doblado sobre el hombro.
En la ciudad se emplea para cubrir los muebles, de adorno de los muros y los pisos, como tapiz o alfombra, y también se utiliza para crear ambiente en celebraciones nacionales.
En otras partes del mundo existen prendas semejantes: en Irán, en el medio oriente, en China, en la India, y en la región andina de Sudamérica, donde se le conoce como ruano.
¿De dónde es el sarape?
Es complicado establecer con precisión desde dónde se difundió su uso en México, y sobre todo dónde se inició su manufactura organizada, sin embargo es probable que no haya sido en particular una región sino varias de forma gradual o simultánea.
Según la región se le asignan nombres diferentes, como por ejemplo tilma, gabán, chamarro, jorongo, manga, cotón, cobija o frazada.
Origen del sarape
Su origen es un resultado más de la fusión de las culturas española e indígena que se inició durante la conquista, y que culminó más profundamente en los siglos coloniales.
De hecho, una versión sostiene que específicamente es la mezcla de la tilma americana y la capa valenciana.
Lo que sí es indiscutible es que el sarape es un atuendo singular que amalgama las tradiciones mesoamericana y europea, el mestizaje cultural que dio una identidad a la nación mexicana.
Antes del arribo de los españoles los naturales del territorio mexicano ya poseían su propio arte textil con materiales y diseños muy particulares, así como con la aplicación de técnicas de teñido y tejido bastante efectivo aunque rudimentario.
Variedad de sarapes
Hay diversos estilos, formas, colores, decorados y figuras, así como variedad del género que ha evolucionado con la aparición de nuevos materiales.
Se producen en casi toda la república, ya sea de manera industrial o artesanal, principalmente en los estados de Aguascalientes, Jalisco, Tlaxcala, San Luis Potosí, Hidalgo, Estado de México, Zacatecas, Coahuila, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Puebla, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Guerrero, Nayarit, Sonora y Chihuahua.
Los productos se distinguen y reconocen entre sí por su técnica, su diseño, su colorido y en algunos casos por su calidad.
Asimismo se pueden encontrar de diferentes precios, desde económicos hasta sumamente caros. Sólo para destacar algunos por sus características se pueden mencionar:
Tipos de sarapes destacados
Sarapes multicolores
Los sarapes multicolores de Chiauhtempan y Contla, en Tlaxcala, o los de Saltillo, Coahuila.
Tejido de los de San Bernardino Contla
La complicada labor de tejido de los de San Bernardino Contla, Tlaxcala, Los Reyes, Hidalgo, Coroneo y San Miguel de Allende, Guanajuato, Encarnación de Díaz, Teocaltiche y Jocotepec, Jalisco, y Xonacatlán, San Pedro Temoaya y Coatepec Harinas, en el Estado de México.
Los sarapes de hilado fino
Los sarapes de hilado fino en lana de los coras y huicholes de la Sierra Madre Occidental, los de Donato Guerra, Estado de México, Jalacingo, Veracruz, Charapan y Paracho, Michoacán, Hueyapan, Morelos y Chicahuaxtla, Oaxaca.
Sarapes de Saltillo
Los denominados “de Saltillo”, que se confeccionan en varias comunidades del estado de Tlaxcala, como San Bernardino Contla, San Miguel Xaltipan, Guadalupe Ixcotla, Santa Ana Chiautempan y San Rafael Tepatlaxco.
Sarapes de San Pedro Mixtepec
En Oaxaca se destacan los de San Pedro Mixtepec, San Juan Guivine y Santa Catalina Zhanaguía, elaborados de lana y chichicaztle, una fibra vegetal que proporciona a la prenda un color verdoso y una textura más pesada y gruesa.
Los cotones de Zinacantán
Los cotones de Zinacantán, Chamula y Tenejapa, Chiapas, Chachahuantla y Naupan, Puebla, Hueyapan, Morelos, Santa María Tlahuitontepec, San Mateo deI Mar, Cuquila, Tlaxiaco y Santa María Quiatoni, Oaxaca, Santa Ana Hueytlalpan, Hidalgo, Jiquipilco, Estado de México y Apetzuca, Guerrero.
Los que reproducen copias de retratos y paisajes
Los que reproducen copias de retratos y paisajes que se elaboran en Guadalupe, Zacatecas, San Bernardino Contla, Tlaxcala y Tlaxiaco y Teotitlán deI Valle, Oaxaca.
Sarapes de Malinaltepec
Los de Malinaltepec, Guerrero, Tlacolula, Oaxaca, Santiago Tianguistenco, Estado de México, Bernal, Querétaro y El Cardonal, Hidalgo.
Tipo de manufactura del sarape
Para su manufactura se usa tanto maquinaria moderna como los telares antiguos más tradicionales:
El telar de cintura es muy usado por las tejedoras tlapanecas, mixtecas, tzotziles, tzeltales, huaves, nahuas, mixes, otomíes y zapotecas.
El telar de estacas, que consiste en cuatro troncos enterrados, sobre los que se atraviesan los maderos que forman el armazón del tejido para la elaboración de sarapes.
Lo usan las mujeres yaquis, mayos y rarámuri del norte del país, en Masiaca, Sonora y Urique, Chihuahua.
El telar de pedal, que por lo general es de madera y que se utiliza para hacer prendas mayores y para la repetición de patrones y motivos.
En el presente la dinámica producción industrial en serie coexiste con la forma artesanal, que aún conserva la antigua manufactura del sarape.