México es reconocido por la gran diversidad textil que se expresa en la confección de prendas en todas sus regiones, la cual se manifiesta con sus particularidades que distinguen el origen de su manufactura.
Los Mazahuas no son la excepción, y sus bordados forman parte de una tradición muy difundida que ha resistido las dificultades que representa la competencia de las grandes compañías con su fabricación en serie.
Bordado Mazahua
Las técnicas de bordado mazahua han transitado de generación en generación, y aún el día de hoy se caracteriza por la greca que rodea la tela llamada “careado”, y la otra denominada “culebra”.
Pueblo Mazahua
El asentamiento del pueblo mazahua en el Valle de México se remonta al siglo XIII, cuando un grupo chichimeca al mando de Xólotl conquisto la ciudad de Tula.
Dicha migración al parecer provenía de Chicomoztoc, “Lugar de las Siete Cuevas”, cuya ubicación no ha logrado establecerse con exactitud, aunque una de las versiones más autorizadas la sitúan en el actual estado de Guanajuato, cerca del cerro Culiacán.
Las siete tribus Nahuatlacas
Desde el mítico Chicomoztoc arribaron al Valle de Méxicolos pueblos tepaneca, xochimilca, chalca, acolhua, tlahuica, tlaxcalteca y mexica, es decir, “Las siete tribus Nahuatlacas”, llamadas así por expresarse por medio de la lengua náhuatl.
Surgimiento de los Mazahuas
Los mazahuas surgieron como parte del grupo acolhua, que llegó poco después de la primera incursión atribuida a los chichimecas. Tula era una ciudad tolteca, y por lo tanto el origen de los mazahuas resulta de un mestizaje entre chichimecas y toltecas, y el nombre mazahua significa “gente del venado” en lengua tolteca.
A partir de esta información los mazahuas fueron sucesivamente dominados por los acolhuas, los tepanecas y después por los mexicas.
Asentamientos Mazahuas
En la actualidad los asentamientos mazahuas ocupan la región centro y noroccidental del Estado de México, y algunos territorios de Michoacán. En algunos poblados rurales aún se habla la lengua mazahua o “jñatio, como la llaman ellos.
El pueblo mazahua ha logrado conservar mediante la transmisión generacional sus principales expresiones culturales, como su lengua, sus prácticas religiosas, su manera de vestir, su música, su danza y su tradición artesanal.
Principales actividades económicas
Sus principales actividades económicas son la agricultura, con la siembra de maíz, frijol y calabaza; la crianza de ganado bovino, porcino y aves de corral, mientras que otro sector se dedica a la elaboración de artesanías, como trabajos en madera, alfarería y su diversa habilidad textil.
En las décadas recientes un gran número de individuos de ambos sexos se han visto obligados a emigrar a las ciudades en busca de oportunidades, ya que en sus comunidades simplemente no hay trabajo y no hay manera de ganar dinero para mantenerse.
Los hombres ocupan puestos de albañiles, macheteros, peones, cargadores en mercados, vendedores de mercancía barata o limpiadores de autos. Las mujeres se emplean en el servicio doméstico, como vendedoras ambulantes y también se dedican a pedir limosna.
Quienes se han empeñado en mantener sus tradiciones se ganan el sustento elaborando sus artesanías, como dijes, pulseras, charolas, árboles de la vida, anillos, aretes y prendedores.
Ramo textil
En el ramo textil producen carpetas, cobijas, cojines, fundas, colchas, caminos de mesa, servilletas, manteles, morrales, chalecos, chales, rebozos, tapetes, quexquémitl, gabanes, fajas, blusas y enaguas, todo ello confeccionado en lana, manta y algodón.
Con el paso del tiempo los bordados más tradicionales han sido desplazados por los gustos y preferencias del consumidor actual, y para adaptarse confeccionan prendas con dibujos de diseños populares como caricaturas y hasta logos de equipos de fútbol.
Los principales municipios del estado de México en donde se producen textiles bordados a mano son: Villa de Allende, San Felipe del Progreso y Villa Victoria.
Materia prima
La materia prima que normalmente utilizan la producen y modifican los propios artesanos: desde cardar e hilar hasta teñir y bordar. Para su coloración usan tintes naturales, como la grana cochinilla, el cempasúchil y la cáscara de nuez, y por supuesto también productos industriales.
Es de suponer que la confección de sus textiles es reflejo de lo que producen para su consumo interno, y por eso es importante revisar su tradicional forma de vestir.
Vestimenta Mazahua femenina
La mujer acostumbra usar una falda de manta blanca rematada con bordados de motivos de animales o florales, una blusa del mismo color y material que la falda, y una faja muy larga de lana hecha a mano que alcanza para darle varias vueltas a la cintura.
Sobre la falda usan otra de satín, por lo general de colores fuertes, como el rosa mexicano, amarillo, morado, verde, lila o azul rey.
El vestido se adorna con un collar de cuentas de papelillo, y se complementa con grandes arracadas de filigrana y cintas de las que usan en las trenzas, ya sea de color rojo, verde o guinda.
Vestimenta Mazahua masculina
Los hombres no tienen un atuendo tan definido como las mujeres, y lo más común es que vistan más o menos a la moda de lo que se ve en las calles.
Diferentes tipos de labores que realizan
El bordado de hilván o pepenado elaborado cien por ciento a mano. El bordado de hilván se usa para adornar blusas y camisas. Además de hacer el hilvanado se remarca la figura pepenándola, por lo que se conoce como bordado de hilvanado y pepenado.
El bordado de dos agujas, también conocido como lomillo.
Punto de cruz. Consiste en formar cruces mediante los hilos contados de una tela. Se puede realizar en sentido horizontal, vertical y diagonal. En este tipo de bordado se puede usar un bastidor o bordar sujetando la tela con las manos. Debe cuidarse tanto el anverso como el reverso de la tela mientras se trabaja.
Pata de gallo. El pata de gallo es un tejido bicolor caracterizado por la repetición de pequeñas figuras abstractas.
Por desgracia, la industrialización global aunada a la pérdida de identidad y el abandono de costumbres ha tenido consecuencias negativas en estos bordados ancestrales., aunque se espera que perdure su manufactura.