Diversidad oaxaqueña
El estado de Oaxaca es rico en tradiciones, resultado de la pluralidad étnica de su población que se ve representada en comunidades donde habitan: Chinantecos, amuzgos, chatinos, cuicatecos, huaves, mazatecos, mixes, mixtecos, tecuates, tlapanecos, triquis y zapotecos.
Distribuidos en sus ocho regiones geográficas formales: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y Valles Centrales.
Su diversidad se manifiesta en sus tradiciones y costumbres, ya que cada una de ellas posee sus propias expresiones culturales en aspectos como la gastronomía, la música, la artesanía, la indumentaria y la industria textil, muy reconocida dentro y fuera del país.
Textiles oaxaqueños
Los textiles oaxaqueños son inconfundibles por sus diseños y su colorido, en el cual se identifica claramente la región por su originalidad.
Varias comunidades indígenas han mantenido dentro de lo posible sus tradiciones textiles más antiguas, aunque en el presente algunas de ellas han sido rebasadas por la disponibilidad y versatilidad de los artículos modernos.
Bordados oaxaqueños
Por ejemplo, originalmente los bordados se confeccionaban con la punta de una hoja de maguey, algo impensable en el presente.
Los bordados oaxaqueños representan los sueños y aspiraciones de numerosos grupos indígenas, que usan como inspiración la naturaleza de los valles y montañas de su entorno.
Los bordados plasman la flora y la fauna que conocen, y también la herencia de sus antepasados que respetan.
Las principales características de los tejidos del estado son el colorido y la perfección de su manufactura, que en piezas de diseños sencillos en su concepción se destaca y llama la atención.
Alfombras, tapetes, cobijas y jorongos
En la región central conocida como La Mixteca, habitada principalmente por zapotecas y mixtecas, hay localidades como Teotitlán del Valle, Mitla y Tlacolula donde se elaboran alfombras, tapetes, cobijas y jorongos trabajados en telar de pedal.
En Mitla y Santo Tomás Jalieza se produce una notable variedad de rebozos, huipiles, blusas, vestidos, gabanes, chales, bolsas, fajas, tapetes, servilletas y manteles, básicamente elaborados con hilo de algodón, lana y estambre.
Hazme si puedes
El bordado conocido como “hazme si puedes” es originario de la comunidad zapoteca de San Antonio Castillo Velasco. Se reconoce por los pliegues de su diseño con flores de colores, que representan a la vegetación de la región.
Las mujeres de la zona cotidianamente visten una falda sencilla de lana, una faja a la cintura que sirve de adorno y al mismo tiempo para sujetar, una blusa de manga corta bordada a mano con figuras de flores y animales, y en los hombros y los brazos por lo regular llevan un rebozo.
Suelen adornar la cabeza con una prenda que consiste en borlas y cordones de estambre, normalmente de color verde o café, que trenzan con arte a los cabellos.
Tehuana
En la región del Istmo de Tehuantepec las mujeres confeccionan sus prendas con terciopelo oscuro, grandes flores coloridas y un borde de seda plisada en la orilla de la falda. De ahí surgió el tan conocido traje de “tehuana”, sin duda uno de los más famosos a nivel mundial.
Son también muy populares los trajes regionales de Tuxtepec, Huautla de Jiménez y Tlaxiaco, que incluyen enredos, huipiles y quexquémitis.
Huipil
El huipil es una blusa de manga corta con una enagua o falda larga y ancha.
El refajo
El refajo es una falda blanca con tiras bordadas que se utiliza como fondo. Se confecciona en una gran variedad de colores y diseños, y puede ser bordado a mano, también tejido a mano con aguja de gancho, o bien tejido con figuras de cadenillas.
El enredo
El enredo es una prenda que envuelve el cuerpo de la cintura hacia abajo, a alturas diferentes.
El quexquémitl
El quexquémitl es una prenda femenina que se usa para cubrir el torso. Es parecido al jorongo.
Los textiles de la región mazateca, al norte del estado, se caracterizan por la confección de telas de fondo de algodón, con bordados azul claro, rojo y negro. Por lo regular las figuras en punto zurcido, plumeado y en relieve representan flores, aves, árboles y conejos.
Trajes de Ejutla de Crespo
Los vistosos trajes de Ejutla de Crespo se distinguen por lo llamativo. Las amplias faldas llevan adornos de bies oscuro, las blusas lucen sus decorativos bordados en la pechera, y completa el atavío un refajo blanco aderezado con embutido y muy almidonado para dar cuerpo a la falda.
El huipil de la Chinantla
El huipil de la Chinantla es una pieza muy apreciada por la excelencia de su manufactura, por el arte que enuncia su bordado, por su atractivo colorido y por su expresión de simbolismo.
La tradicional confección de estos huipiles emplea los rudimentarios telares de cintura, y sus colores principales son el blanco, el rojo y el negro, con encajes y listones. Predominan los dibujos bordados con figuras geométricas, espirales y de diferentes animales.
Los mixes son un pueblo indígena que habita el noreste del estado, donde existen poblaciones con una importante producción textil, como Totontepec Villa de Morelos, Santa María Tlahuitoltepec, Tamazulapam del Espíritu Santo, San Miguel Quetzaltepec y Santa María Huitepec, entre otras.
En la zona se elaboran blusas, huipiles, fajas, rebozos, faldones, enredos, gabanes y fajillas.
Textiles en la ciudad de Oaxaca
En la ciudad de Oaxaca se producen principalmente piezas de mantelería, cortinas, colchas, fundas, toallas y tapetes, en general artículos muy decorativos.
Diferentes estilos del huipil
Respecto a los diferentes estilos del huipil, que en sí es una camisa recta y sin mangas, su confección varía según la zona. Ente los mixes y los zapotecos de la sierra norte se usa por debajo de la rodilla, los zapotecos del istmo lo usan a la cintura, mientras que los chinantecos y mazatecos acostumbran llevarlo por arriba de la rodilla.
En algunas comunidades los textiles todavía se fabrican en telar de cintura, y en otras aún se utiliza el malacate para hilar. Para teñir las telas hay lugares donde prevalece el empleo de tintes naturales, como la cochinilla, la grana, el añil y el caracol púrpura.
A través de sus huipiles, sus refajos, faldas, calzado, trenzas, collares y pulseras, así como en cada uno de los elementos que utilizan al vestir, las mujeres dan vida a la magia llena de color de sus localidades, y hacen honor a su añeja tradición que sin lugar a dudas es motivo de orgullo para su estado y para toda la nación.