Una vajilla de barro verde luce muy bonita, es un adorno, es la clase de objeto que sirve como decoración además de su provecho práctico.
La verdad es que el barro o arcilla verde no existe como tal, a lo que se le llama barro verde es a la cerámica o alfarería después de aplicarle el tratamiento de vidriado conocido como esmalte o “greta”, componente a base de plomo o boro para recubrir e impermeabilizar las piezas.
Origen Barro Verde
Esta clase de productos son característicos de algunos pueblos de Oaxaca, aunque en el presente se elaboran en distintos sitios del territorio nacional.
La historia dice que la técnica para darle al barro el color verde fue presentada a los habitantes de Atzompa, Oaxaca, hacia el siglo XVI por el clérigo Alonso Figueroa, y que desde entonces ha sido transmitida de generación en generación, como sucede con muchas otras tradiciones artesanales que se han conservado y prevalecen hasta nuestros días.
Arcilla
El barro, también conocido como arcilla, se obtiene de la tierra, específicamente de una roca llamada feldespática, que al entrar en contacto con el agua produce caolitina.
Cuando se comienza a manipular esta caolitina adquiere un aspecto similar al lodo, y debe amasarse durante un tiempo considerable para eliminar lo más posible el aire.
Al dejarla secar al sol se endurece, pero puede volver a su forma original al triturarlo; sin embargo, cuando es cocido en horno a altas temperaturas ya no hay marcha atrás puesto que el cambio químico es irreversible, y la cocción se logra con temperaturas superiores a los 300°C.
Barro Rojo
El barro rojo es el más utilizado para hacer jarrones, tazas, platos e incluso figuras ornamentales que son consideradas como arte.
En México el barro rojo se trabaja de forma artesanal en distintas localidades, conservando el tradicional manejo de la arcilla, el modelado y la pintura ornamental.
Torno
El torno utilizado no es el industrial, sino que se maneja con el pie y el barro gira en ruedas torneadas a mano.
El barro rojo puede quedar liso, barnizado o pintado a mano.
Oaxaca
El barro negro es representativo de Oaxaca. De este material se elaboran toda clase de artículos decorativos y vajillas
Tiempo de fabricación
Su fabricación puede tardar hasta un mes, ya que primero se moldea y se deja reposar de 4 a 6 días; una vez que está firme se hacen los detalles de decoración y se deja secar de 26 a 28 días, y por último se mete a hornear.
El color negro se obtiene después de la cocción, ya que el horno, por su forma, impide el paso del aire por completo.
Elaboración Barro Verde
La elaboración del barro verde es similar al barro rojo y negro, la diferencia consiste en que en éste se lleva a cabo una cocción previa a añadir la greda que le da el color.
Proceso de Elaboración
El trabajo del alfarero tradicional inicia desde la recolección de la materia prima, y hay casos en que el desplazamiento para conseguirlo y extraer el barro de los bancos naturales es una labor sumamente demandante.
Cuando el barro está completamente limpio se pasa por el molino añadiéndole agua en función de las piezas que se quieren realizar.
Amasado
Después se pasa al amasado, cuidando de que sea uniforme porque si conserva bolsas de aire las piezas pueden estallar en el horneado.
Posteriormente se coloca la peña de barro en el torno y se realizan las piezas de forma artesanal. Conforme se van elaborando se ponen a secar de forma gradual, ya que si el secado es demasiado rápido pueden agrietarse por perder la humedad antes de tiempo.
Pulido y Cocción
Tras tres días de espera, las piezas, ya secas, han adquirido un ligero color gris señalando el momento del siguiente paso, el pulido, y después son llevadas al horno para la primera cocción de 24 horas.
Más tarde, los artículos se sumergen en agua preparada con greta y sulfato de cobre para que adquieran su típico color verde vidriado.
Cuando se termina de cocer hay que dejar enfriar las piezas de forma lenta, porque si se acelera el enfriamiento se corre el riesgo de que se agrieten y se rompan.
Consideraciones
El barro en sí no es peligroso, es adecuado para cocinar, pero las ollas tienen un esmalte que no es nada saludable debido a su alto contenido de plomo, que puede contaminar los alimentos.
El plomo en la sangre puede ser funesto, provoca desde dolores de cabeza hasta la disminución de la capacidad intelectual, y los niños son especialmente vulnerables para absorber este metal.
Es cierto que el plomo que contiene el esmalte de las cazuelas se libera poco a poco con el paso del tiempo y llega a ser casi imperceptible, pero los alimentos conservados y guisados en ellas son más propensos a contaminarse, en especial los ácidos, como las salsas.
Curar
Para “curar” las cazuelas, las tazas o los platos se utilizan varias técnicas. Una de ellas es pasar cáscaras de plátano por dentro y dejarla secar.
Otra es dejarla reposar en agua fría durante doce horas y pasar un ajo por toda la superficie que tendrá contacto con los alimentos. El ajo funciona para sellar los poros del barro que hayan quedado abiertos.
Ya sellada se deja secar, y posteriormente hay que cubrirla con agua de nuevo, calentarla, dejar que reduzca y enfriarla lentamente, y una vez a la temperatura ambiente la pieza está lista para usarse.
Si después de curar una olla no se usó durante un buen tiempo, lo mejor es volverla a curar cuando sea momento de usarla.
Cuidados
Para cuidar los utensilios de barro y alargar su vida no deben exponerse a cambios bruscos de temperatura.
La vajilla verde, junto con los jarritos, las ollas, los comales y cazuelas es una más de las innumerables artesanías del país que se valora en todo el mundo.